Yoi, por Garry Lever

Publicado: 10 febrero, 2010 en Filosofía

La práctica de Yoi se pasa por alto a menudo y está mal entendida en el Karatedo.

La palabra Yoi significa “preparación, cautela” de acuerdo al diccionario Martins (Tuttle). No debemos pensar que Yoi es sólo la postura que hacemos antes de hacer cualquier entrenamiento en el dojo, o una posición únicamente para empezar y acabar un kata. Yoi se debe entender como una mentalidad.

Tenemos mucho que aprender de los practicantes de Iaijutsu al hablar de Yoi. La callada paz de su porte esconde una afiladísima alerta y una absoluta confianza en sus acciones. No hay nada de precipitado en Yoi, ni nada que no esté en absoluto control del practicante.

Al asumir Yoi, hemos de captar el espíritu guerrero que se ha forjado sin piedad a través del entrenamiento austero. Cuando las manos se encuentran en el centro, nuestro peso del cuerpo se desplaza ligeramente adelante, a la bola de los pies, listos para movernos. Somos conscientes del tanden, y ensanchamos la mirada. Cuando el cuerpo hace esto, la mente está en zanshin y lista para actuar.

Esta acción puede asemejarse al cambio físico y mental que experimenta un animal en una confrontación. La respuesta al combate es algo que se puede controlar hasta cierto punto con el uso de Yoi y una correcta visualización. A menudo vemos en la naturaleza cómo un animal se echa atrás ante una pelea sin que haya habido enfrentamiento, debido a un uso efectivo del Yoi que ha desalentado el ataque.

La ejecución de Yoi al finalizar un kata no debe variar su propósito de lo que hacemos al principio. Se dice que “cuando acabes la batalla, aprieta el barboquejo”, lo que implica que no debemos perder la concentración aunque la batalla esté potencialmente ganada. A un nivel práctico, esto ayuda a reaccionar frente a la visión de túnel que aparece con el incremento de la adrenalina. Debido a esta visión de túnel es posible que no seamos conscientes de otros atacantes de los que no nos habíamos percatado al encarar la primera amenaza. Una vez que esta la hayamos solventado necesitamos reevaluar la situación para confirmar que no hay más peligro.

Practicando repetidamente Yoi con intensidad, aparecerá por si misma la consciencia de una disposición y preparación en otras áreas de la vida del practicante.

En cualquier momento que estemos a punto de acometer una tarea difícil nuestro cuerpo asumirá esta mentalidad y estará listo por si mismo para soportar las dificultades con un fuerte espíritu de lucha.

Traducción del blog de Garry Lever con su autorización.

Los comentarios están cerrados.